¿Qué son los principios ambientales?
El diseño y
la aplicación de la ley ambiental moderna han sido moldeados por un conjunto de
principios y conceptos descritos en publicaciones como Nuestro
futuro común (1987),
publicado por la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo, y la Declaración
de Río de la Cumbre de la Tierra (1992).
Principio de precaución
En el caso
de muchas actividades que implican algún cambio en el medio ambiente, es imposible determinar con
precisión qué efectos tendrá la actividad en la calidad del medio ambiente o en
la salud humana. En general, es imposible saber, por ejemplo, si un cierto
nivel de contaminación del aire dará como resultado un aumento de la
mortalidad por enfermedades respiratorias ,
si un cierto nivel de contaminación del agua reducirá una población de peces saludable, o si el desarrollo de
petróleo en un área ambientalmente sensible perturbará significativamente la
vida silvestre nativa. El principio de precaución requiere que, si existe
una fuerte sospecha de que una determinada actividad puede tener consecuencias
perjudiciales para el medio ambiente, es mejor controlar esa actividad ahora en
lugar de esperar la evidencia científica. Este principio se expresa en la Declaración de Río,
y estipula que, cuando existan "amenazas de daños graves o irreversibles,
la falta de certeza científica total no se utilizará como motivo para posponer
medidas rentables para prevenir la degradación ambiental".
Principio de prevención
Si bien se
redacta mucha legislación ambiental en respuesta a catástrofes ,
prevenir el daño ambiental es más barato, más fácil y menos peligroso para el
medio ambiente que reaccionar al daño ambiental que ya ha tenido lugar. El
principio de prevención es la noción fundamental detrás de las leyes que
regulan la generación, el transporte, el tratamiento, el almacenamiento y la
eliminación de desechos peligrosos y las leyes que regulan el uso de
pesticidas. El principio fue la base del Convenio de Basilea sobre el
control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su
eliminación (1989), que buscaba minimizar la producción de desechos peligrosos
y combatir el vertido ilegal.
Principio quien contamina paga
Desde
principios de la década de 1970, el principio de "quien contamina
paga" ha sido un concepto dominante en el derecho ambiental. Muchos
economistas afirman que los productores que "externalizan" los costos
de sus actividades causan mucho daño ambiental. Por ejemplo, las fábricas
que emiten gases de escape sin filtrar a la atmósfera o descargan sustancias químicas
no tratadas en un río pagan poco para eliminar sus desechos. En cambio, el
costo de la eliminación de desechos en forma de contaminación es
asumido por toda la comunidad. De
manera similar, el conductor de un automóvil asume los costos de combustible y
mantenimiento, pero externaliza los costos asociados con los gases emitidos por
el tubo de escape. En consecuencia, el propósito de muchas regulaciones
ambientales es obligar a los contaminadores a asumir los costos reales de su
contaminación, aunque estos costos a menudo son difíciles de calcular con
precisión. En teoría, tales medidas alientan a los productores de
contaminación a fabricar productos más limpios o utilizar tecnologías más
limpias.
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